El buen tiempo hace que pasemos más tiempo con nuestro bebé fuera de casa y al aire libre. El parque, la playa, el jardín o los grandes patios se convertirán en los escenarios donde se moverá tu pequeño a partir de ahora. Y seguro que le encanta porque tiene más espacio para jugar y correr, y descubrir nuevos objetos.
Los juguetes del verano abren un nuevo mundo para los pequeños para que pueda hacer nuevas actividades. Es el caso de las bicicletas, los triciclos o las motos pequeñas, perfectas para montar al aire libre.
Las palas, los cubos o las construcciones también se emplean para jugar en la arena, tanto de la playa como del parque, y estimular su imaginación. Para la playa se lo pasarán muy bien con las minipiscinas. Son divertidas y seguras, especialmente cuando el bebé todavía es pequeño y no sabe nadar. De esta manera, estará mucho más controlado en la orilla del mar.
Si tienes jardín en casa, puedes tener más espacio para los juguetes que más les divierten en esta época del año. Es el caso de las casitas y los juegos hinchables, que al ser blandos, permiten que los niños pasen horas saltando y escondiéndose. Para estos espacios también son favorables los tubos blandos en los que los niños entran y salen intentando buscar la salida. Además de pasarlo en grande, sirven para desarrollar su intelecto y también su estructura física.
¿Y un tobogán? No hará falta que tu pequeño vaya siempre al parque para subir y bajar por el tobogán. Ahora hay algunos de ellos para tenerlos en un patio o terraza algo grande. También es el caso de los columpios, que pueden utilizar durante mucho tiempo.
Con el fin de estimular la imaginación, los juegos de construcciones son fácilmente transportable al exterior. Igual que aquellos que hacen referencia a distintas profesionales, como la de jardinero, con regaderas, macetas, tiestos... para enseñarle a plantar flores y plantas.
