Todos conocemos a personas cuya apariencia no cumple con el certificado de nacimiento para producir colágeno.
Su piel, ojos y postura dan la impresión de que son mucho más jóvenes de lo que realmente son. Los buenos genes pueden contribuir a esto, pero el estilo de vida es de gran importancia.
No se puede detener el reloj biológico por completo, pero podemos ralentizarlo significativamente.
Muchos de nosotros creemos erróneamente que las arrugas son las responsables de que podamos ver el paso del tiempo.
La verdad, sin embargo, es más complicada. Su piel debe su apariencia a la producción adecuada de colágeno en el cuerpo.
Existen formas simples y naturales de estimular la producción de colágeno a través de cambios en la dieta, el ejercicio y el comportamiento y mantenerse joven por más tiempo.
Colágeno – propiedades – producir colágeno
El colágeno es una proteína que es el componente principal del tejido conectivo. Se produce en el cuerpo humano de forma continua y se reemplaza constantemente.
Sin embargo, producir colágeno después de los veinticinco años, este proceso comienza a ralentizarse y se detiene casi por completo después de los sesenta.
Las fibras de colágeno forman un andamio específico para los órganos internos, uniéndolos y conectándolos. El colágeno se encuentra en huesos, tendones, piel, venas, arterias, córneas de los ojos, pulmones, corazón, hígado, riñones, entre otros.
Cuando comienza a declinar, todo el cuerpo siente los efectos. La piel pierde elasticidad y firmeza, se vuelve flácida y flácida.
Aparecen estrías, celulitis y varices. Comienzan a presentarse problemas de visión. Se reduce la resistencia a las enfermedades, incluido el cáncer.
El proceso de cicatrización de heridas lleva más tiempo. La condición de músculos, huesos y articulaciones se deteriora.
Hay muchas más consecuencias de la falta de colágeno y se aplican a prácticamente todas las funciones del cuerpo. No es exagerado decir que su presencia es fundamental para nuestra salud y longevidad.
Vitamina C
La vitamina C estimula la producción de colágeno. También es un poderoso antioxidante que combate el exceso de radicales libres que aceleran el envejecimiento.
Cuando el nivel de vitamina C en el cuerpo es bajo, se bloquea el proceso de regeneración de las fibras de colágeno.
La investigación científica sugiere que el suministro regular de dosis suficientemente altas puede incluso aumentar la síntesis de colágeno varias veces. La vitamina C mejora la absorción de la vitamina A .
Fuentes de vitamina C:
Pimientos amarillos, rojos y verdes, acerola, rosa silvestre, espino amarillo, naranja, perejil, coliflor, papaya, grosella negra, rábano picante, kiwi, limón, plátano , mango, mandarina, fresa, colinabo , tomate, sandía, cebolla, espinaca, papa, aguacate , melón, zanahoria , apio, maíz, cebollino, ajo, col, duraznos y fresas.
Gelatina
La gelatina se compone principalmente de glicina, prolina e hidroxiprolina. Estos son los aminoácidos necesarios para construir nuevas fibras de colágeno.
La gelatina se puede encontrar en jaleas de pierna de cerdo, decocciones de huesos, carne de cerdo, codillo de cerdo, salchichas, jaleas de frutas.
Desafortunadamente, la mayoría de estos productos contienen grandes cantidades de grasa y azúcar. Por lo tanto, deben tratarse más como un apoyo en la dieta de colágeno, más que como su base.
En lugar de gelatina, podemos utilizar glicina pura. Ahora podemos encontrarlo en la composición de muchos suplementos disponibles para la venta.
Licopeno
El licopeno es un antioxidante extremadamente poderoso que combate los radicales libres. Además, tiene la capacidad de activar la síntesis de procolágeno, es decir, un precursor del colágeno, gracias al cual la piel conserva su elasticidad y firmeza por más tiempo.
Su fuente más conocida son los tomates, específicamente sus conservas: jugos, purés, concentrados, pastas, ketchup, sopas. El licopeno consumido de esta forma es mucho más fácil de absorber.
Esta es una de las pocas situaciones en las que el tratamiento térmico no daña los alimentos, por el contrario, aumenta su valor nutricional.
Fuentes de licopeno:
Tomates y sus conservas, sandía, papaya, guayaba, pimiento rojo, mango, espárragos y zanahorias.
Silicio
El silicio es un elemento de gran importancia en el proceso de formación del colágeno. Al fusionar fibras de colágeno y elastina, ayuda a mantener la estructura adecuada del tejido conectivo.
De esta forma, contrarresta activamente el envejecimiento del cuerpo, especialmente la piel y el cabello. También está especialmente recomendado en la prevención de la osteoporosis y la aterosclerosis.
Fuentes de silicio:
Cola de caballo, ortiga, salvado de avena, trigo y arroz, papas, pan integral, arroz integral, rábano, cebolla, pepino, maíz, remolacha roja, judías verdes, frutos secos, plátano, espinaca, vino tinto y cerveza.
Antocianinas para producir colágeno
Las antocianinas son pigmentos vegetales naturales que son de color rojo, azul o violeta. Se encuentran principalmente en frutas, semillas y flores, pero también se encuentran en hojas, tallos e incluso raíces de plantas.
Su concentración depende principalmente del grado de madurez de la planta.
Las antocianinas tienen un fuerte efecto antioxidante y protegen la piel contra los efectos nocivos de la luz solar. Al absorber la radiación ultravioleta, estos pigmentos previenen la degradación del colágeno y permiten su síntesis adecuada.
Fuentes de antocianinas:
Berenjena, arándano, uvas, grosella, cereza, col, mora, fresas, ruibarbo, ciruelas, arándano, manzanas y cebolla roja.
¿Azufre para producir colágeno?
El azufre es un mineral que nuestro cuerpo necesita para sintetizar colágeno. También participa en la formación de queratina, una proteína que forma el cabello, las capas externas de la piel, las uñas y los dientes.
A pesar de la presencia común de este elemento en muchos productos alimenticios, podemos sufrir de su deficiencia. La razón de esto es el tratamiento térmico al que sometemos los alimentos.
Como resultado de cocinar, freír, guisar, calentar en un horno microondas y congelar, este macronutriente se pierde significativamente.
La deficiencia de azufre se puede prevenir consumiendo alimentos, si es posible, crudos o tan poco procesados como sea posible.
Fuentes de azufre para producir colágeno:
Productos lácteos, huevos, pescado y marisco, leche, yogur, queso, amarillo, ajo, repollo, escarola, puerro, cebolla, cebollino, brócoli, nabos, rábanos, pimientos, espárragos, calabacín, alfalfa, maíz, tomate, aguacate, berros, aceitunas, colinabo, avena, nueces, granos, berro y arándano.